Los chicos pasaban por nuestra comunidad a desayunar y descansar para luego continuar su camino hacia el lugar donde tendrían su retiro, en Lesser.
Fue para nosotros un bello regalo poder recibir y brindar un pequeño desayuno y obsequiar a cada niño un Rosario como signo de la fuerza que todo cristiano necesita para poder seguir caminando en esta vida que Dios nos regalo.
La comunidad se preparaba desde las 07 de la mañana, limpiando, armando los sandwich y armando los obsequios para los niños.
Así los chicos llegaban cerca de las 9 de la mañana y todo estaba listo para recibirlos: la parroquia y también el corazón...
Como no podía faltar la visita del padre Sergio, presencia de Jesús entre nosotros.
¡¡¡Bendito sea Jesús Sacramentado, Bendito sea su amor y su presencia!!!













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